El lunes 3 de octubre de este año, llegamos Paco Lacruz (arquitecto) y yo a Cotonou para dirigirnos a Porto Novo (Benín). Allá están nuestras hermanas viviendo en un pequeño y acogedor apartamento. Nos esperaban con la mesa puesta.
Y allí entre plato y plato, comentábamos el plan de esos días. Al día siguiente iríamos a Adjarra donde se está construyendo el complejo educativo. Paco estaría con los constructores y trabajadores de las empresas contratadas para ello.
Sor Teresa, Cande y yo, nos dedicamos a pasear por lo construido, revisando cómo iba todo. Tuvimos ocasión de pasear por la granja, en especial por la tierra cultivada. Allí recogimos cacahuetes que más tarde trajimos a España para que, en el stand de la Fundación, se pudiera disfrutar de ellos. La Hermana Teresa tuvo gran empeño en enviar todo lo posible.
A la tarde, regresamos a la obra para sacar algún video, fotos y rematar cuestiones que habían quedado pendientes: alargar los techados de manera que no entre el agua era una de ellas. En alguna de las puertas de las habitaciones ya había marcas de humedad. Con esta modificación parece que está solucionado el problema.
¡Y es que somos un equipo! Todo marcha bien, cuando se pone ganas y todos los talentos profesionales al servicio de la construcción de un futuro mejor para la infancia en Benín.