Hace tiempo que la diversidad es una prioridad para toda organización. No solo por las razones éticas y humanas que comprenden la importancia de abrazar las diferencias, sino también por sus múltiples beneficios.
Creatividad, innovación, perspectiva, apertura a nuevos mercados, diferenciación, mejor toma de decisiones. La lista de ventajas es larga, pero cada uno de los puntos es fundamental. De hecho, está comprobado que los equipos diversos toman mejores decisiones. Y si no, lancemos esta pregunta a nuestros equipos: ¿crees que el formar parte de un equipo con alta diversidad favorece el trabajo y la búsqueda de objetivos comunes?
Pero ¿cómo hacer para que además de favorecer la diversidad podamos ser inclusivos?
Formando liderazgos inclusivos. Lo primero y principal es formar un liderazgo inclusivo. Es decir, un modelo horizontal y colaborativo, que integre a profesionales diferentes sacando lo mejor de ellos y haciéndolos parte activa de la toma de decisiones.
Reconociendo y eliminando sesgos inconscientes
Muchas veces, las conductas discriminatorias o los prejuicios no ocurren de forma consciente. Es que algunas cuestiones están tan naturalizadas en nuestro entorno cultural o nuestra educación que es difícil advertir estos marcos que condicionan las actitudes. Pero eso no quiere decir que no haya que combatirlos y neutralizarlos.
Comunicando y volviendo a comunicar
Para promover un entorno diverso e inclusivo, es necesario transmitir constante y correctamente los aspectos positivos que las diferencias entre las personas que trabajan en la empresa llevan al entorno laboral.
Apoyándonos en testimonios
Es común que se desarrollen pensamientos estereotipados al interior de un grupo de personas. El mayor problema es cuando estos se transforman en comentarios discriminatorios que apuntan a desestimar o agredir a personas que destacan por sus diferencias, sean del orden que sean. Estos dichos, muchas veces están apoyados en sesgos inconscientes.
Neutralizar estos pensamientos puede ser complicado, pero no imposible si se cuenta con la ayuda correcta: personas externas que sean referentes por lo que consiguieron, sin importar su raza, género, edad o discapacidad.
Brindando beneficios y reconocimientos ajustados a la diversidad
Generar condiciones de igualdad es fundamental para lograr un entorno diverso e inclusivo. Pero para ello hay que hacerlo teniendo en cuenta las diferencias y las circunstancias individuales de cada persona. Esto es la equidad.
Empieza a construir verdadera diversidad en tu equipo y descubre las ventajas que supone tener humanos potenciando humanos.