Una de las tareas que ha de desarrollar una directora de proyectos, es visitar y corroborar el buen curso de las metas y objetivos de los proyectos que emprendemos. Estamos inmersos como Fundación en una ampliación del Centro Educativo de Miraflores Cabo Verde, para con ello conseguir un mayor alcance educativo, y allí nos hemos desplazado para visitar el estado actual de las obras, etc. De esta ampliación os hablaremos con más detalle en la próxima parada de estas crónicas. Por ahora y para situarnos, creo que es importante que conozcamos algunas características del país (geografía, historia, política), que configuran su sociedad y por tanto, condicionan también los proyectos de la Fundación. Cada uno de ellos, en cada país, intenta culturizarse para que el proyecto educativo sea lo más adaptado y respetuoso con la mentalidad, tradiciones y los usos nacionales, también con sus puntos fuertes y débiles.
Para hacer un esquema sencillísimo, podemos decir que Cabo Verde es un estado insular. Se compone de diez islas volcánicas. Esta República de África occidental es conocida por su estabilidad política desde que consiguiera la independencia el 5 de julio de 1975. Es también uno de los países más dinámicos y arroja algunos indicadores esperanzadores. Con un buen gobierno y un bajo nivel de corrupción.
El archipiélago es pobre en cuanto a recursos naturales, sobre todo de agua dulce, y sufre largos períodos de sequía. Esta configuración presenta todo un desafío, pues Cabo Verde es un país que depende del exterior también tanto para obtener recursos financieros como cubrir sus necesidades interiores. Por ejemplo, como el territorio no tiene más que un 10% de tierras cultivables, el país debe importar alimentos para cubrir sus necesidades.