El domingo 5 y lunes 6 de marzo, me dejaron en Picos. Conocí la guardería de la parroquia, el terreno donde hablan de construir la casa y seguido fuimos a la Escuela Municipal de Picos, donde trabaja Irma Luisa.
Estuve hablando con la persona encargada de la Delegación de educación y con la directora. Tienen un área social que trabaja con situaciones concretas de vulnerabilidad de los niños y familias más desfavorecidas. Tomamos contactos y, creo que se puede establecer algún cauce de colaboración. Debido a la orografía de la zona, los niños han de caminar a la escuela durante dos y tres horas.
A la vuelta de Picos, entramos en Fazenda Esperança, una asociación que trabaja con jóvenes drogodependientes. Presentes en más de 25 países y con unas 164 casas abiertas. Es un proyecto muy interesante y creo que, en la línea de la Fundación. Estuve con el P. Ronaldo con quién tuve la ocasión de compartir largo y conocer más de cerca el proyecto. Es un proyecto que se centra en 3 pilares: la espiritualidad, la convivencia y el trabajo. Son plenamente sostenibles: construyen sus casas, sus muebles, sus huertas, sus jardines, y venden sus productos para tener algún ingreso.
Actualmente hay 49 jóvenes y en breve llegaran a 56.